
En este largo proceso de aprendizaje, me puse una meta un poco ambiciosa. Quería saber hasta dónde ha llegado mi pericia con la masilla epoxica, y ya que tengo una base de dibujo de retratos y proporciones, quise plasmar una cara conocida en una escultura. Y la verdad es que desde hacía tiempo que quería hacer algo relacionado con el superhéroe por excelencia, Superman. Superman me daba la oportunidad de hacerle una especie de tributo a Christopher Reeve y fue como nació la idea de plasmar su rostro en el personaje que lo inmortalizó.
La primera etapa fue buscar - y buscar bastante - fotografías que me dieran la mayor cantidad de detalles del rostro, donde se pudieran apreciar el frente, el perfil, 3/4, etc., para comprender las profundidades del rostro y cómo se comportaban con la luz estos rasgos.
Teniendo e
Las proporciones de este busto serían más grandes que de las figuras hechas hasta este punto, esto fue también para lograr mejores detalles en el rostro, porque si era muy pequeño, es más difícil controlar estos detalles.
Así comenzó un proceso que duraría meses. Proceso difícil es cuanto al esculpido de la figura, ya que aún siendo más grande, me enfrentaba a lograr que una figura tuviera un parecido con una persona muy conocida. Y como yo soy bastante exigente en esto, estuve a punto de tirar todo a la basura, ya que los primeros intentos al tratar de lograr el rostro fueron espantosos. En este
Mucho lijado, retoques, colocar, sacar, taladrear lograron dejar la escultura lisa, lo más parecida que pude lograr al actor y lista para las manos de pintura.

No sé si fue la época que escogí para comprar pero me costó un mundo encontrar pinturas. Y eso que no necesitaba una gama muy grande de colores, ya que Superman tiene sólo colores primarios. Compré azul opaco Humbrol (que tuve que revolver casi con juguera para que quedara opaco), rojo opaco Testors, blanco opaco Testors, amarillo brillante Testors (no encontré amarillo opaco en ningún lado), negro opaco Model Master y diluyente Model Master.

Con un poco de miedo de enfrentarme a este nuevo material, comencé el proceso de pintado de la escultura. No se me hizo muy difícil la verdad, ya que tenía la base de pintado de mis otras figuras (pintadas con tempera), pero en todo caso es un poco más difícil, sobretodo por el tema del secado que demora un poco. Lo otro es la limpieza de los pinceles, con agua la pintura no sale, hay que limpiarlos con diluyente y luego, cuando estén limpios, lavarlos con un poquito de lavalozas para que el químico del diluyente no mate a los pelos del pincel y los deje chascones de por vida.
La base la pinté de color metálico. Tenía color metálico en spray. Ni me acuerdo para qué figura fue que lo compré. Creo que fue para la figura de Wolverine. El resultado fue bueno, bien bueno. No excelente como yo esperaba, pero bien bueno. Al terminarla y después de hacerle una sesión de fotos, lo puse en una caja de acrílico para protejerla.
Ahora me la llevé a la oficina y está ahí, algo familiar y parte de uno que está presente en mi lugar de trabajo. Les dejo algunas otras fotos. Hasta la próxima.


